5 dic 2024
La manera en la que se desarrollaban las aplicaciones hace algunos años es diferente a como se hace ahora. Eso tiene mucho que ver con los nuevos protocolos enmarcados en el cloud computing y que permiten que se diseñen cloud native applications.
Sí, sí… Lo anterior es demasiado técnico, y al principio parece que se está hablando de algo difícil de comprender, pero en realidad no es así. Las aplicaciones nativas de la nube son un modelo de desarrollo en el que la escalabilidad, resistencia y flexibilidad son los pilares fundamentales.
Al ser escalable, resistente y flexible, las organizaciones que desarrollan aplicaciones con una arquitectura basada en las aplicaciones nativas y los microservicios, son capaces de adaptarse mejor a los cambios.
¿Sigue siendo demasiado técnico? Sin duda se trata de un tema denso, pero no imposible de entender. Y queremos ayudarte con ello, así que sigue leyendo porque te lo contamos todo a detalle.
¿Qué son las Cloud native applications?
Antes de saber qué son las Cloud native applications, necesitas tener claro qué es el Cloud Native o nativo de la nube. En principio da la impresión de que “en la nube” solo se refiere a la ubicación en la que está la aplicación, y aunque sí opera en la nube, no es lo único determinante.
En realidad, “Cloud native” hace referencia a la forma en la que se crea e implementa una aplicación nativa. Entonces, los protocolos, arquitectura y sistema que se aplica están enmarcados en lo nativo de la nube y no en otro modelo.
Es decir, cuando tenemos delante a una aplicación nativa de la nube significa que, además de operar en la nube, se rige por los protocolos del sistema. Entonces, su arquitectura está basada en microservicios y contenedores, lo que representa múltiples beneficios para las organizaciones.
¿Cómo es la arquitectura de las aplicaciones nativas en la nube?
Las cloud native applications responden a una estructura específica conformada por:
Microservicios
Los microservicios son la base de la arquitectura de la aplicación. Se trata de componentes que están divididos en grupos pequeños que son independientes, pero que están interconectados. Además, como cada uno es escalable, lo que hace que la iteración sea eficiente.
Así mismo, el desarrollo de la aplicación es más sencillo, ya que al trabajar por separado en cada microservicio, los procesos son más rápidos y flexibles. Y como son reutilizables, la implementación de los microservicios es eficiente porque tarda y cuesta menos.
Contenedores
Los contenedores agrupan los microservicios. Al estar varios microservicios en un mismo contenedor, es más sencillo transportarlos. Su uso es útil porque permite que la aplicación continúe funcionando en cualquier entorno sin importar si cuenta con sistemas operativos distintos.
API
Las API son las interfaces de programación de aplicaciones. Su función dentro de la arquitectura es posibilitar la comunicación entre elementos, como es el caso de otras aplicaciones o componentes.
Infraestructura de software
El hardware, que es común en modelos anteriores de desarrollo, es sustituido por el software, pero no eliminado. En la nube el hardware funciona de manera virtual, lo que permite la ampliación y reducción evitando complicaciones.
Orquestación
La orquestación en la arquitectura de las aplicaciones nativas es dinámica y no estática. De esta manera, se reducen las complicaciones en la gestión y ejecución del ciclo de vida de los contenedores. Además, mejora la gestión de los recursos, y la programación de reinicios es más eficiente.
Red de servicios
En la arquitectura, la red de servicios funciona como una capa extra de software. Su función es colaborar en la comunicación entre los microservicios, que servirán en la ejecución y escalabilidad de la aplicación.
Servicios de respaldo
Aunque son varios, los recursos incluidos en los servicios de respaldo pueden ser los de almacenamiento de datos, seguridad y supervisión.
Automatización
Las aplicaciones necesitan estar en constante actualización, y en la arquitectura de la nube los procesos son más rápidos y automáticos. Eso acelera los lanzamientos y mejora los resultados.
Aplicaciones nativas de la nube vs las tradicionales
Antes de que existieran las aplicaciones nativas de la nube, el sistema que se usaba era el de programas de software monolíticos.
Durante bastante tiempo, el modelo monolítico fue útil para el desarrollo de múltiples aplicaciones, pero al final se ha quedado atrás, debido a las complicaciones asociadas.
De entrada, el tiempo de desarrollo era más extenso, lo que hacía más lentos los lanzamientos. Al ser un proceso tan tardado, las aplicaciones experimentaban actualizaciones en periodos de tiempo más largos, lo que evitaba el avance progresivo.
A diferencia de la arquitectura monolítica, la nativa en la nube permite que las actualizaciones sean más rápidas, al igual que el desarrollo.
Sobre la ejecución, las aplicaciones nativas tienen la particularidad de poder ejecutarse en sistemas que estén desvinculados. En cambio, las tradicionales dependen del sistema operativo, un hardware tradicional y los sistemas de almacenamiento del pasado, lo que ralentiza la migración y la escalabilidad.
Beneficios de las aplicaciones nativas en la nube
Las cloud native applications representan beneficios para todas las partes, desde los desarrolladores hasta los usuarios y algunos de ellos son:
Innovación veloz
Los microservicios tienen un acoplamiento bajo y pequeño, y gracias a ello el proceso de desarrollo es más sencillo. En lugar de que todos los desarrolladores se ocupen de una sola función, los desarrolladores pueden trabajar de manera independiente en cada microservicio para acelerar el desarrollo.
Como cada microservicio es autónomo, y permite que se realice el trabajo en simultáneo, la productividad aumentará. Además, los lanzamientos irán al mismo ritmo al que van las innovaciones.
Menos riesgos
Las actualizaciones, además de ser rápidas, tienen que ser confiables. De nada sirve ser el primero en lanzar una actualización si tiene errores de implementación. Para evitarlo, se hacen compilaciones y pruebas que reducen los riesgos de implementación.
Escalabilidad
La infraestructura de la arquitectura nativa de la nube es automatizada, lo que minimiza y elimina el tiempo de inactividad relacionado con los errores humanos. Además, permite que la carga sea adaptada a la demanda y aumenta el rendimiento.
Menos costes
El tiempo vale oro, y cuánto más tarden los desarrolladores en lanzar las actualizaciones o tener una aplicación lista, más costará el proyecto. Pero con las aplicaciones nativas en la nube, el tiempo de desarrollo se reduce lo suficiente para optimizar los costes operativos.
Más disponibilidad
Al ser una arquitectura nativa de la nube, la disponibilidad de las aplicaciones es mayor. Hacer cambios de configuración no es tan complejo, se pueden hacer ajustes automáticos y permite la autorreparación sin que eso signifique la inoperatividad del sistema.
Portabilidad
Al estar construidas con microservicios y contenedores, las aplicaciones nativas pueden ejecutarse en cualquier sitio, favoreciendo así el traslado sin que sea necesario realizar cambios.
Mayor seguridad
Aunque no son 100% invulnerables, las aplicaciones nativas son más seguras. La arquitectura reduce la superficie de ataque, y permite que se detecten antes las anomalías para evitar la vulnerabilidad.
Visibilidad clara
Los microservicios son independientes, y aunque están conectados, no es igual que en la arquitectura monolítica, lo que permite que los equipos de TI puedan entender por separado el funcionamiento de las aplicaciones para hacer cambios o actualizaciones.
Ejemplos de aplicaciones nativas en la nube
A diario usamos aplicaciones nativas en la nube, pero no nos damos cuenta. Así que para que entiendas de qué van, te lo explicamos con un sitio web de viajes.
Si entramos en una página web de viajes, la veremos como un todo. Ahora, esta web tiene diferentes funcionalidades, como la de vuelos, hoteles, alquiler de autos, ofertas, tours, entradas a parques temáticos, etc.
Esas funcionalidades son los microservicios que están en la infraestructura de la arquitectura de la aplicación. Cada microservicio es independiente, pero a la vez escalable y se conecta con los otros microservicios.
Entonces, cuando quieres planificar unas vacaciones, entras a la web, seleccionas un hotel, los boletos de avión, un tour y el alquiler de un auto. Todo lo haces en la misma página, pero usas diferentes microservicios que están conectados para brindarte una experiencia global.
Ahora, el ejemplo anterior no es el único, pues existen aplicaciones nativas de la nube muy conocidas como es el caso de:
Netflix: emplea más de 600 microservicios para su funcionamiento, y es capaz de hacer implementaciones al menos 100 veces al día.
Uber: con más de 1000 microservicios, Uber les brinda a los pasajeros y conductores experiencias diferenciadas con funcionalidades distintas. Además, la aplicación puede hacer miles de implementaciones durante la semana.
WeChat: cuenta con más de 3000 microservicios y realiza implementaciones unas 1000 veces al día.
Que aplicaciones tan conocidas apuesten por la arquitectura de cloud native applications no es extraño, y se debe a que les permite adaptarse rápido a las condiciones del mercado.
Por ejemplo, si surge una nueva actualización, podrán tenerla disponible antes sin que se haga una implementación total, porque solo implementarán los microservicios que requieren cambios.
Los desafíos de las aplicaciones nativas
No podemos negar que los beneficios de las aplicaciones nativas son destacados, pero también existen algunos desafíos, que aunque superables, tienen que ser tomados en cuenta. Y algunos de ellos son:
Si bien trabajar con microservicios facilita los procesos, es necesario tener a un equipo preparado para ello. Quienes no lo manejan, encuentran abrumador el proceso y se les hace mucho más lento de lo habitual.
Aunque uno de los principios de la arquitectura es que es capaz de reducir costes, si no se desarrollan los proyectos de forma eficiente, el uso de recursos incrementará y los costes productivos aumentarán.
Las habilidades tecnológicas necesarias para el trabajo de sistemas nativos en la nube es específico, y no todos los desarrolladores son expertos. Al mismo tiempo, la colaboración con miembros del equipo que no tengan conocimiento técnico podría ser complicada.
Las aplicaciones nativas permiten que las organizaciones estén al corriente de las más recientes innovaciones, pero no significa que puedan seguir el ritmo.
Sin duda los retos anteriores no son imposibles de superar. Que la implementación de nuevos sistemas sea efectiva dependerá de la estrategia que se aplique, y el equipo con el que se cuente.
El futuro de las aplicaciones nativas en la nube
Los métodos tradicionales son efectivos, pero no para siempre. Llega un punto en el que es necesario avanzar, y las aplicaciones nativas están dejando muy atrás a los sistemas monolíticos que eran líderes en el pasado.
De acuerdo con un informe de la Cloud Native Computing Foundation, la cantidad de desarrolladores nativos va en aumento. En 2019, había solo 4.5 millones de desarrolladores nativos, mientras que en 2020 se registraron 6.5 millones.
Se espera que en los siguientes años la adopción sea mayor, y queremos que estés al tanto de las próximas innovaciones. Así que te recomendamos buscar en nuestra blog todas las noticias sobre arquitectura y microservicios en la nube.