28 oct 2024
Vivimos en una era digital en la que los cambios son tan constantes como necesarios. Lo vemos con claridad en los últimos avances tecnológicos que son capaces de afectar de manera positiva todo a nuestro alrededor, y es justo lo que sucede con el internet.
Desde que el internet fue creado ha tenido una serie de actualizaciones que han mejorado la experiencia de los usuarios. Ya hemos pasado por la Web 1.0, vivimos la Web 2.0 y el siguiente paso será entrar a la Web 3.0 que aún está en desarrollo.
Lo que buscan las recientes actualizaciones es ofrecerles a los usuarios navegación y búsquedas más eficientes. Por ejemplo, ahora es más sencillo acceder a la información, si es que lo comparamos con las búsquedas que hacíamos hace unos cuantos años.
Y aunque parezca que el funcionamiento del internet en nuestro presente es bastante correcto, apenas estamos experimentando la transición a un nuevo internet, por lo que el futuro es más que prometedor.
Ahora… ¿Sabes cómo cambiará el internet en el futuro? Es una pregunta interesante y que te responderemos, ya que en esta oportunidad hablaremos sobre la nueva era del internet.
¿Qué es la Web 3.0?
La Web 3.0 recibe su nombre porque es la tercera generación del internet. Justo ahora, la tercera era del internet aún no está completada, sino que se encuentra en desarrollo, lo que representa una visión futurista y positiva del internet que conocemos.
La Web3, tal como lo denomina Gavin Wood, quien es el cofundador de Ethereum, representa un avance destacado en el internet del presente. Se debe a que su objetivo está basado en la interconexión de datos, descentralización, IA, aprendizaje automático y blockchain.
La incorporación de nuevas tecnologías ha logrado que el internet cambie para siempre. Ya lo hemos visto antes con las actualizaciones pasadas, pero apenas es el inicio de un nuevo comienzo.
En el futuro, los usuarios podrán disfrutar de búsquedas más rápidas, personalizadas y seguras, pues la información estará protegida.
La evolución del internet
El internet de hace 20 años, no es igual que el de ahora, y tampoco será el mismo en los próximos 30 años. Las variaciones tienen que ver con la evolución, pues la tecnología es capaz de impulsar cambios que están diseñados para cubrir las necesidades de los usuarios.
Así que para entender cómo ha cambiado el internet el tiempo haremos un repaso desde sus inicios.
1. Web 1.0
La primera era del internet inició con su creación, y fue denominada Web 1.0. En ese momento, aunque se podía obtener información, el sistema no era tan accesible. La manera en la que operaba era rudimentaria y en un canal unidireccional que no les permitía a los usuarios ningún tipo de interacción.
Para entenderlo mejor, imagina una enciclopedia. Si quieres consultar un tema en una enciclopedia, buscas la página, revisas la información, cierras el libro y termina el proceso. Y se debe a que no hay interacción alguna con el material.
El ejemplo anterior se parece bastante a cómo funcionaba Web 1.0 porque los usuarios ingresaban a la página, leían lo que necesitaban y dejaban el sitio. En ese momento las personas solo consumían información, pero no podían aportar nada.
Uno de los nombres que recibe esta era del internet es “web estática” y se debe a que su funcionamiento no era dinámico, no permitía la retroalimentación, y la interactividad era impensable.
Si bien la Web 1.0 se trató de un punto de partida importante, ya que se introdujeron términos que aún están vigentes como el HTML, HTTP y URL, en realidad el sistema era muy básico y poco útil.
Algo particular es que no contaba con motores de búsqueda tal como conocemos ahora, así que navegar era complejo. Para poder acceder a una página tenías que saber el URL exacto, porque no había búsquedas inteligentes. Y si querías pasar de una página a otra, era un proceso manual, tardado y no siempre daba buenos resultados.
Al final, aunque hubo algunos avances en esta era, terminó quedándose atrás. Los usuarios deseaban realizar otro tipo de búsqueda y fue cuando surgió la Web 2.0.
2. Web 2.0
Las evoluciones están basadas en las necesidades. Si algo funciona, no es necesario hacer ningún cambio y se mantendrá de la misma manera por siempre, o hasta que sea preciso transformarlo. Por consiguiente, como la Web 1.0 no era lo bastante útil para los nuevos usuarios que demandaban actualizaciones, surgió la Web 2.0.
La anterior era del internet fue denominada web estática, en cambio, la actual es conocida como “web dinámica”. El gran salto que dio la segunda generación del internet con respecto a la primera fue incorporar la personalización y la interacción.
Antes los usuarios solo se dedicaban a consumir datos, como en el ejemplo de la enciclopedia. Pero con la web2 los usuarios, aunque también consumen datos, pueden crearlos. Y fue así como surgieron algunas de redes sociales importantes como Facebook, X, Instagram, entre otras.
El cambio fue tan drástico, que hizo que los usuarios comenzaran a comportarse de manera diferente en el internet. Con la web 1.0 solo entraban a leer y se marchaban rápido, pero la web 2.0 les permitió ser parte del internet. Por lo que los usuarios empezaron a interactuar con otros, a crear contenido y a usar más el internet.
Sin embargo, el avance también trajo consigo una monopolización que ha sido liderada por Facebook y Google. Estas son dos de las empresas más importantes del mundo, y se han encargado de usar los datos de los usuarios para fines que solo les benefician.
Son varios los problemas relacionados con la segunda generación del internet y algunos de ellos tienen que ver con la privacidad de los usuarios, el consumo de recursos, el almacenamiento de información, falsificaciones y la posibilidad de publicar información falsa.
No obstante, es imposible negar que la web 2.0 generó un cambio relevante en la manera en la que usamos el internet y nos comunicamos. Con la introducción de los móviles, las redes sociales y la nube todo está a nuestro alcance, pero también hay asuntos por resolver y es de lo que se encargará la Web 3.0.
El futuro del internet
En el momento en el que surgió la Web 1.0 representó un avance destacado para los usuarios, pero no podía durar para siempre. Llegó un punto en el que no fue suficiente y había fallas por solucionar.
Cuando la Web estática se volvió inútil, surgió la web 2.0 que terminó con los problemas del pasado y brindó nuevos beneficios a los usuarios. Lo cierto es que ha llegado el momento de avanzar y la Web 3.0 es el futuro del internet.
En la Web 1.0 el internet se basó en el acceso a la información, en la Web 2.0 su enfoque fue la interacción y en la tercera era el objetivo es la adopción de tecnologías emergentes que sean capaces de facilitar las vidas de los usuarios.
Sin duda, la perspectiva del internet a futuro es positiva, y tiene como punto de partida las siguientes tecnologías:
1. Tecnología blockchain
La tecnología blockchain es uno de los pilares que crean la base de la web3. La cadena de bloques es ampliamente conocida por ser la columna vertebral de criptomonedas como Bitcoin, Tether y Ethereum.
Su introducción permitirá redefinir la forma en la que el internet funciona, pues ofrece un sistema descentralizado. Al ser descentralizado, el internet será más seguro, pues la manera en la que se almacena y verifica la información no requiere intermediarios tal como sucede con la web2.
Los beneficios de la cadena de bloques son aplicables a múltiples ámbitos, como las finanzas y la protección de los datos, por lo que los usuarios estarán más seguros y su información no se usará para fines distintos a los deseados.
2. Inteligencia Artificial
La inteligencia artificial ya forma parte de nuestro presente, así que era de esperarse que ocupe un lugar importante en la tercera generación del internet. Al incorporar la IA hace que el procesamiento y análisis de los datos sean más rápidos y eficientes.
En el presente necesitamos acceder a más y mejor información en el menor tiempo posible. Entonces lo que hace la inteligencia artificial es un análisis de datos que le permite interpretar la intención de los usuarios para ofrecerles respuestas precisas.
Uno de los avances destacados de esta tecnología son los chatbots. Si bien estos existían antes, su funcionamiento ha evolucionado. Con la inteligencia artificial las respuestas son más abiertas y humanas, y la interacción es fluida, lo que aumenta la satisfacción de los usuarios.
Por otra parte, también favorece el aprendizaje automático gracias a la recopilación y análisis de datos. Como la IA entiende la manera en la que realizas las búsquedas, te ofrecerá justo lo que necesitas. Y aunque esto ya sucedía en la web2, en la web 3.0 los resultados son más precisos.
3. Edge computing
La manera en la que se procesan los datos cambia dependiendo del protocolo que se use. En la web 2.0 los datos son analizados lejos de la fuente, lo que ralentiza los procesos, genera problemas de conectividad y acceso a la información.
Para solucionar los conflictos de la era anterior, la web 3.0 incorpora el edge computing o computación en el borde. Y lo que hace el nuevo sistema es mover el centro de procesamientos de los datos y posicionarlos más cerca.
Al estar más cerca, el acceso a la información es más rápido, las interrupciones son parte del pasado y se puede procesar más contenido.
Ventajas de la Web 3.0
La base de la web 3.0 es la transparencia, seguridad e inteligencia. En el futuro la relación entre el hombre y las máquinas será más fluida, y esto representa diferentes ventajas, como es el caso de:
Privacidad: Tu información y tus datos estarán protegidos porque corporaciones como Google, Facebook o Apple no controlarán ni usarán tu información personal.
Seguridad: Al eliminar los intermediarios, los datos estarán a salvo. Nadie podrá acceder a esta información para fines lucrativos sin que se tenga autorización para ello.
Accesibilidad: Puedes acceder a tus datos siempre que lo desees, sin importar si el servidor tiene fallas.
Perfil único: En la web 3 no tendrás que crear un perfil diferente para cada plataforma o red social. Al crear un único perfil podrás acceder a todos los sitios.
Procesamiento de datos: Con la inteligencia artificial, procesar datos es más sencillo, lo que favorece la resolución de problemas y el acceso a la información.
En resumen…
Aunque parece que la Web 2.0 sigue funcionando bien, y que no es necesario dar el salto a la Web 3.0, la realidad es muy diferente. Los usuarios necesitamos que la navegación sea más eficiente y es justo lo que ofrece la tercera era del internet.
La lista de beneficios es extensa, pues al incorporar nuevas tecnologías las búsquedas son personalizadas y las respuestas específicas. En el futuro, el usuario no será un elemento aislado en el internet, sino un individuo que es capaz de controlar sus datos para el beneficio propio.
En no mucho tiempo, los motores de búsqueda serán inteligentes y las interacciones fluidas. Y aunque pueda parecer que los siguientes avances generarán problemas de privacidad, en realidad el sistema al que se aspira es más seguro y confiable.
El potencial de la Web 3.0 es innegable, y promete transformar nuestras vidas como nunca antes en lo empresarial, laboral, educativo y personal. Se espera que los siguientes años sean de exponencial crecimiento, por lo que este apenas es el comienzo.
Y como el conjunto de tecnologías aún están en desarrollo, es importante que estés al tanto de lo nuevo. Así que te recomendamos que te suscribas a nuestra newsletter porque tendrás acceso a las más recientes actualizaciones al respecto.